Cada vez es más demandante la instalación de tecnologías de audio y video en empresas, oficinas, residencias o lugares que son públicos. Se requieren estos servicios para beneficio de usuarios que requieran laborar de manera colaborativa y productiva o simplemente de manera recreativa.

Para no dejar al final las soluciones audiovisuales, se les debe dar prioridad en la fase de construcción o remodelaciones para asegurar que las instalación funciones óptimamente y sea lo más estética posible.

Actualmente muchas constructoras siguen pensando a las soluciones audiovisuales como un elemento adicional, no considerando contratar a ingenieros de audio o video para armar el plan de trabajo. Esto ocasiona que al incluir estos servicios se realicen ajustes posteriores que podrían generar gastos extras, volver a cambiar planos y documentos que especifiquen detalles como la infraestructura eléctrica o física necesaria para integrar los equipos que se quieren instalar.

Cuando los sistemas de audio y video son considerados como un servicio independiente al comienzo de un proyecto de construcción, las siguientes cosas pueden suceder:

Los profesionales de audio y video a menudo empiezan a trabajar después de todos los demás que ya han comenzado a trabajar en el proyecto, dejando poco o nada de tiempo para presentar los planos antes del inicio de la construcción. Como resultado, cada cambio después del hecho es costoso y puede ocasionar que el proyecto salga de presupuesto.

Retrasos costosos en la construcción pueden ocurrir si la obra no es segura o lo suficientemente libre de polvo para instalar equipos audiovisuales, esto ocasiona que el plan de trabajo se extiende o salga de curso.

La integración de tecnologías audiovisuales en proyectos de construcción en general, abarca prácticamente las siguientes 4 categorías:

Hardware: Se debe identificar que tipo de equipos se necesitan y donde colocarlos, además de organizar la forma en que están conectados entre sí, para ofrecer la calidad de salida audiovisual. Estos incluyen requisitos eléctricos del lugar, cableado adecuado y suficiente, así como revisar compatibilidad general de los dispositivos.

Software: Abarca desde la identificación de los que tendrán que ser instalados y configurados en los equipos, y finalmente dar funcionalidad a los sistemas integrados.

Contenido: los requerimientos de salida que pueden ser específicos para diferentes equipos multimedia. Por ejemplo, la salida de audio, video, datos, u otro tipo de presentaciones que cada uno necesita ser empleado de manera diferente.

Ambiente: la infraestructura y el espacio en el que el hardware, software y contenido se unen. En las salas de conferencias de educación superior o salas de juntas empresariales, que incluirá grandes pantallas de visualización, la ubicación de las pantallas con relación a los asientos del recinto, son un ejemplo de una consideración del medio ambiente. Si el hardware audiovisual tiene que estar en un espacio de temperatura controlada, se deben hacer ajustes al sistema de aire acondicionado, un ejemplo más para considerar del medio ambiente.

No sólo es importante para los diseñadores y arquitectos colaborar con los profesionales de audio y video, pero también es importante tener en cuenta que muchos de los elementos señalados anteriormente deben colaborar entre sí para que la tecnología audiovisual funcione correctamente. Esta cohesión en el diseño es mucho más fácil tratar antes de construir muros e instalar el cableado.

La buena noticia es que con una adecuada planificación y gestión de proyectos audiovisuales, lo anterior se puede evitar. En su lugar, tener más previsión de sistemas de audio y video en las etapas de planificación de proyectos de construcción puede asegurar que los edificios, departamentos, salas o residencias permanezcan dentro de su presupuesto asignado y en consecuencia con las expectativas tanto de los equipos de diseño y contratación.